Believer Argentina

Estoy muy contento. Estos días que pudimos juntarnos a trabajar, los jugadores me demostraron que tengo un grupo de hombres.

Todos están muy convencidos de lo que vamos a hacer. Los muchachos saben de la necesidad de ganar que tenemos. Lo necesitamos nosotros y lo necesita el país”.

El monólogo de Diego Maradona es una pintura perfecta. Es que la cuenta regresiva para el duelo de mañana ante Brasil está en marcha y el Diez no quiere dejar nada librado al azar.

Por eso, aprovecha la conferencia de prensa para inflar el ánimo del plantel y para aglutinar a la gente en el mar de deseos de victoria.

Por lo pronto, el técnico ya confirmó a sus once soldados para mañana: Andújar; Zanetti, Sebastián Domínguez, Otamendi, Heinze; Maxi Rodríguez, Mascherano, Verón, Dátolo; Messi y Tevez.

Al frente

“La idea es salir a ahogar a Brasil. El partido se puede dar de distintos modos. Ellos son los campeones de la Copa Confederaciones y cuentan con un gran plantel. Por eso, hay que respetarlos. Pero nosotros tenemos lo nuestro y en el fútbol el miedo no existe. Vamos a dar la cara, vamos a atacar”.

La mirada de Diego sobre el hipotético escenario que esperará mañana en el Gigante esconde una arenga.

Así es a lo largo de toda la charla: el técnico está de buen humor y lo contagia; quiere trasladar su receta para “ganar y quedar a un paso del mundial de Sudáfrica” ¿Cómo? “Hay que buscar por los costados con Maxi y Dátolo; por el centro con Verón y arriba, con Tevez y Messi haciendo lío”.

Emblema

A orillas del Paraná, Rosario espera la función y su hijo dilecto se prepara para regalar una gala especial. Y, buen augurio, Maradona ve a su 10 más enchufado que nunca: “Desde que lo entreno, esta es la mejor semana de Messi.

Está muy concentrado. Nosotros apuntamos a cargarlo de responsabilidad porque él sabe la oportunidad que tiene por delante”.

¿No será demasiada presión? Para nada: “Los jugadores de fútbol no tienen presión. Hay responsabilidad que es otra cosa. Y Lionel tiene que crecer de golpe. Ya no es un pibito. Y nos va a responder”.

Diego tiene a Brasil en la mira. Y, por eso, no deja nada atado a la suerte. Habla y banca. La cuenta regresiva está a punto de estallar.