Las fuertes lluvias que castigan desde hace semanas el norte y noreste de Brasil han dejado un balance de al menos 15 muertos y dos desaparecidos, según informaron las autoridades brasileñas.

Los estados de Maranhao y Piauí, habitualmente sometidos a los rigores de la sequía, han sido los más afectados. Miles de personas han perdido sus hogares y se han producido cuantiosos daños materiales.

Según informa la prensa local, el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, visitará este martes Teresina, capital de Piauí, y Bacanal, en Maranhao.

Crecida de los ríos

En este último estado hasta el momento han muerto seis personas y 29 municipios han declarado el estado de emergencia.

Las áreas más afectadas de Maranhao se encuentran en los márgenes de los ríos Itapecuru Mirim y Mearin, cuyo nivel ha subido varios metros desde abril.

En Piauí, el gobernador Wellington Dias declaró el estado de emergencia y pidió el envío a la zona de efectivos del ejército para que intervengan en las labores de rescate.

Las lluvias torrenciales también han afectado los estados de Ceara, Bahía, Pará, Amazonas y Alagoas. En este último habrían muerto cuatro personas, según Defensa Civil.