BBC-Fue malo, pero mejor de lo que se esperaba. Ésa parece haber sido la reacción en Brasil al anuncio de que el Producto Interno Bruto (PIB) creció un 5,1% en 2008.

A pesar de la crisis financiera internacional, Lula ve el futuro de la economía brasileña con optimismo.

Esta noticia dejó en segundo plano otra más pesimista: la caída del 3,6% del PIB en el último trimestre del año pasado, el peor retroceso desde 1996.

Impulsada por el dato de la expansión económica en 2008 y el buen desempeño de los mercados de Europa y Estados Unidos, la bolsa de valores de Sao Paulo reaccionó con fuerza y registró un alza de 5,59% luego de tres jornadas de pérdidas.

"El susto ya pasó", dijo el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para quien la mayor economía latinoamericana podrá evitar la recesión (que se define técnicamente como dos períodos consecutivos de retracción del PIB).

"Incluso si el PIB es cercano a cero, Brasil será uno de los pocos países del mundo, de los emergentes y de los grandes, que no tendrá una recesión como la tendrán las naciones ricas", sostuvo el mandatario.

Menos crecimiento

Por su parte, el ministro de Hacienda, Guido Mantega, se mostró confiado de que el primer trimestre de este año no seguirá la tendencia de los últimos tres meses de 2008.

Aun así, el funcionario admitió que el anuncio de este martes reducía las posibilidades de cumplir con el objetivo de crecimiento económico previsto por el gobierno para 2009. "Con este resultado del cuarto trimestre de 2008 encuentro difícil que alcancemos aquella meta de crecimiento del 4% de la que veníamos hablando", dijo.

A pesar de ello, Mantega sostuvo que Brasil podría superar las expectativas de crecimiento pronosticadas por el mercado, que rondan el 1,5%.

Para Celso Cláudio Hildebrand e Grisi, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Sao Paulo, el optimismo de las autoridades es exagerado.

"Yo creo que sí tendremos una recesión económica", afirmó a BBC Mundo.

"Hay que pensar que la industria brasileña se retrajo muy fuertemente. Que tenemos problemas con el desempleo, con el financiamiento a las empresas brasileñas", enumeró.

"También tenemos problemas de crédito en el exterior y con nuestra balanza comercial, que es menor a la de otros años. Por lo tanto, no hay que tener un optimismo tan grande como las autoridades monetarias brasileñas manifiestan hoy", opinó.

Sin el dólar

El anuncio del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas sobre el PIB coincidió con la visita a Brasil del presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez.

El mandatario uruguayo y su par brasileño discutieron sobre la posibilidad de utilizar sus monedas locales -el real y el peso- en su comercio bilateral, prescindiendo del dólar estadounidense. Esta medida es impulsada por Brasil, que ya la aplica en sus relaciones comerciales con Argentina y quiere ampliarla al resto del Mercosur.

El socio más grande y el más pequeño de este bloque regional también coincidieron en criticar las restricciones a las importaciones.

"Debemos rechazar con vehemencia la adopción de medidas proteccionistas", afirmó Lula.

En enero, Brasil dio marcha atrás con un plan de restringir el 60% de sus importaciones, tras las enérgicas protestas de los otros socios del Mercosur.

Y tanto el gobierno de Brasil como el de Uruguay han reclamado a Argentina por las trabas a las importaciones de sus países impuestas por la presidenta Cristina Fernández.

Vázquez y Lula también firmaron acuerdos en materia de energía e infraestructura.